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Publicado el: 25 abril, 2019

ACERCA DE LOS CAMBIOS EN ESTE PAIS

Dr. Carlos G. Jaime M.

“No hay nada más difícil de llevar a cabo y con menos garantías de éxito que los cambios introduciendo un nuevo orden de cosas, porque la innovación tendrá como enemigos a aquellos que se beneficiaron de las condiciones antiguas, y por los que puedan ser beneficiados con el nuevo régimen, ya que las personas desconfían de lo desconocido, y no creerán en las nuevas ideas, hasta que el correr del tiempo los convenza.” (Nicolás Maquiavelo).

Este pensamiento me lo enseñó hace varios años el maestro Carlos Luis González y en estos días haciendo un safari en mi biblioteca, me encontré un folleto editado por la Sociedad Médica del Hospital Universitario de los Andes con motivo de sus primeras jornadas en 1988, y en el mismo encontré un trabajo de mi profesor, eminente cardiólogo Abdel M. Fuenmayor, refiriéndose al capítulo “El sector Salud. Radiografía de sus males y remedios”, del Libro “El caso Venezuela” (Una ilusión de armonía) escrito por Moisés Nain y Ramón Piñango y editado por IESA en 1984, y que por cierto despertó una gran polémica en aquel tiempo.

El maestro Fuenmayor dividió su exposición en partes: Una primera que intenta efectuar una síntesis del capítulo, y la segunda en donde se refiere a la óptica muy diferente que tiene los autores con respecto a los indicadores de salud. Según el análisis de los indicadores de salud, por medio de los cuales, sin entrar en mayores detalles estadísticos, concluyen que los mismos expresan que la situación de salud en Venezuela estaba muy cercana a los óptimos niveles establecidos por la OMS, con el adendun que la distribución de las causas de muerte era similar a la de los países industrializados.

Igualmente, el N° de camas hospitalarias por habitantes, (2,7/1000), muy cercana a la ideal de 3/1000 de la OMS. Con respecto al número de médicos, era superior a lo recomendado por este organismo internacional, aunque hacían la salvedad de mala distribución, por estar concentrados en las grandes ciudades. Además, señalaban que el gasto en Salud era excelente e incluso se había incrementado desde 1951 al 80. La conclusión final de estos autores fue que Venezuela había logrado, en materia de Salud; una posición privilegiada con respecto a la del resto de los países de Latinoamérica.

En la segunda parte como antítesis, Nain y Piñango se refieren a que verdaderamente las cosas no estaban como parecían expresarlo los indicadores, ya que según las encuestas la gente se quejaba de ser mal atendida o no serlo, pocos medicamentos en los hospitales, protestas de los trabajadores por bajos salarios, e incluso la FMV peroraba sobre la “Crisis de la Salud”, incluso el eco de estas quejas se reflejaba en la prensa nacional.

En lo que respeta a las causas los autores las identificaban así: Predominio de lo curativo con lo preventivo. Dispersión institucional (Múltiples organismos dispensando salud). Subutilización del recurso cama. Desigual distribución del número de médicos y predominio de especialistas sobre el de médicos generales. Déficit de tecnología y de mantenimiento por centralización administrativa. Disminución de los presupuestos para la Salud.

Cuando los autores tratan de determinar la etiología del problema y creen que se debe a la ausencia de una gestión eficaz para elevar “El nivel de Salud” por un enfoque que a su juicio es defectuoso por ser “Historicista” desarrollado en los medios académicos definiendo la salud como la resultante de la relación de la sociedad con los medios de producción y las superestructuras creadas a tales fines, más un ingrediente técnico-administrativo que hace hincapié en la planificación de la salud más en la enfermedad que en su prevención, porque el centrar en la enfermedad el problema sanitario se deja a un lado el ámbito socio-cultural

Y su influencia en el fomento de un ambiente saludable.

A lo anterior se agrega la tendencia a construir mega-hospitales, aunado a la incentivación de la especialización versus el médico general-familiar, recomendando la ampliación de hospitales distritales y dispensarios rurales y urbanos que integren la atención primaria y educación para la prevención en salud. Insisten en las deficiencias de la planificación por falta de precisión de objetivos, ausencia de definir claramente el papel del estado en los distintos sectores de la gestión social, carencia de principios y acuerdo en la designación de recursos en lo especial y detallado del problema, la paquidermia del aparato burocrático-administrativo.

Todo este prolegómeno le he hecho para plantear la grave situación del sector salud en la actualidad, en base a un enfoque distorsionado del problema con un alto contenido político-populista en ausencia de criterios científico-administrativos, estableciendo un sistema paralelo sanitario-asistencia de dudosa efectividad como ha sido “barrio adentro” del cual no se llevan estadísticas, sin la menor trasparencia en la asignación y manejo de los recursos, aunado al abandono del sistema sanitario-asistencial tradicional, que con sus innegables defectos y deficiencias, funcionaba. Pero a raíz del evidente deterioro de todo el sistema hospitalario incluyendo el privado, debido a la inexistente asignación de divisas al sector, en donde todos los insumos médico-quirúrgicos son importados incluyendo los tecnológicos, a lo que se agrega la hiperinflación que día a día deteriora el poder adquisitivo de nuestro signo monetario, se entiende perfectamente la INMENSA CRISIS que estamos viviendo, y que hace exclamar a mucha gente lo siguiente:” Éramos felices y no nos dábamos cuenta”. Decididamente no todos los cambios son para mejorar, y por lo que respecta a nuestra situación, definitivamente han sido para empeorar.